martes, 20 de diciembre de 2011

Mandrafina: “En la historieta la narración es fundamental” (Planeta DeAgostini. 2008)



SÁBADO 17 DE DICIEMBRE DE 2011

Entrevista a Domingo “Cacho” Mandrafina: “En la historieta la narración es fundamental” (Planeta DeAgostini. 2008)


Transcribimos la entrevista realizada al maestro “Cacho” Mandrafina por Daniel Ferullo, publicada en el cuarto tomo de “Spaghettti Bros” (Planeta DeAgostini. 2008) compartiéndola, de esta manera, con todos los seguidores de “El lector de historietas”. (Gabriel Zárate)

Por Daniel Ferullo

¿Cómo ingresa al mundo de la historieta?

Supongo que como todos, como lector. Leí El Tony, elPatoruzito, el Pato Donald y el Chapaleo, de Ferro;todo eso. Los leía desde que aprendí a leer a los seis años. Leía con frecuencia y con gusto, eso fue lo fundamental.

¿Y como dibujante?

Dibujaba como todos los chicos, con la diferencia de que yo seguí dibujado (risas). Cuando descubrí a Randall, deArturo del Castillo, tomé conciencia de que quería ser dibujante de historietas. También me di cuenta de que quería serlo desde mucho antes. Venía intuyendo que algo me pasaba con la historieta cuando veía en Patoruzitolas cosas de Alberto Breccia, especialmente Vito Nervio. Eso era a mediados de los 50.

¿Tuvo alguna formación como dibujante?

Como hicimos todos los que empezamos a dibujar de pequeños, era autodidacta cuando dibujaba y copiaba todo lo que encontraba (risas). En el año 68 empecé a estudiar en el IDA (Instituto de Directores de Arte) una escisión de la famosa Escuela Panamericana de Arte. Pero pretendía orientar el dibujo para el lado de la publicidad. Estudié dibujo un año con Ángel Borisoff y se empezó a ver que mi dibujo tenía más que ver con la historieta que con la publicidad. También estudie con Pablo Pereyra y, de a poco, fui dejando ese intento de ir para el lado de la publicidad y fui volviendo a la historieta. Charlé conBreccia y me convenció de que lo mío era la historieta. Hice el curso con él y ahí comenzó todo.

¿Cuáles fueron sus primeros trabajos? 

Empecé primero con trabajos sueltos, con Medrano, un dibujante que tenía un contacto con EEUU. Luego fui ayudante de Lito Fernández durante un año. Ese año con Lito fue fundamental para poder trabajar. Ahí incorporé realmente lo que es la profesión. Hasta entonces no había tenido ningún desarrollo profesional, tenía muy poca experiencia. A todo esto yo había estado haciendo pruebas para poder entrar a trabajar a Columba, que era la editora de referencia en esa época. Trataba de hacer un estilo similar al de Stan Drake para entrar enIntervalo.

¿Y su primer personaje? 

Primero me dieron historias sueltas, unitarias. Luego, después de tres o cuatro años, me dieron mi primer personaje, que fue Flavia Mazzini también para la revista Intervalo. Fue un personaje heredado, la guionista era una mujer, o por lo menos firmaba como una mujer. Me sirvió como una gran experiencia. Debo admitir que en esa época yo le robaba bastante a Víctor de la Fuente, que publicaba en la misma Columba. Trataba de adaptar ese estilo duro y expresivo que él tenía, a los temas románticos. Le robe durante mucho tiempo, (risas) Lo de Flavia Mazzini habrá durado unos tres años, más o menos. Después empecé con las adaptaciones de películas, también para Columba.

Luego, en el 78, llegaría Savarese con guiones de Robín Wood, personaje que los consagra y lo da a conocer popularmente primero en Argentina y luego en Italia. 

Si, mis primeros trabajos más conocidos fueronSavarese, con guión de Robín Wood para la revistaD'Artagnan (Editorial Columba) y El Condenado, con guión de Guillermo Saccomanno, para la revistaSkorpio (Ediciones Record). Se publicaron simultáneamente.

En esa época ya se puede hablar de “un estilo Mandrafina”.

Supongo que eso se gesta en Savarese. Creo que la continuidad del personaje a través de tantos años (se publicó interrumpidamente desde 1978 hasta 1989) fue lo que desarrolló eso que el lector puede identificar como “estilo Mandrafina”. En mi caso, el estilo se da por una conjunción de cosas q se van agolpando por acumulación de trabajo. Iba resolviendo los problemas a medida q se presentaban. Esa acumulación de trabajo es lo que creo que consolida una forma de dibujar que se puede identificar. Por eso creo que en Savarese es donde se consolida mi forma de contar.

En eso influye mucho Robín (Wood), que posee una gran fluidez en el relato, lo cual permite trabajar muy rápido. Personalmente no soy de darle mucha importancia a los pedidos específicos de los guionistas. Me gusta dar una visión diferente. Armo como un contrapunto entre la sugerencia del guionista y lo que yo quiero ver de la historia. Pero las historias de Robín se cuentan solas. Era extraordinario como –aunque yo no hacia el enfoque que pedía el guión– la historia, los diálogos, la manera de pasar de una escena a otra y los personajes, todo hacia que fuera muy sencillo contarlas.

El Condenado fue casi simultáneo con Savarese. EnSkorpio había hecho unitarias, de aventuras y policiales con guiones de Saccomanno y Zappietro (Ray Collins). El Condenado era una especie de historia similar a El Fugitivo y Papillón. Era un tipo acusado de un crimen que no había cometido, se fugaba de la cárcel, y empezaba su aventura. En la actualidad se publica una segunda etapa en Francia que ya superó ampliamente, en cantidad de páginas, a la etapa original. Se publica bajo el nombre de Cayenne.

Luego, ya a finales de los 70, cominea su relación con Carlos Trillo con las “Historietas Mudas” para Superhumor. 

Si, fueron mis primeras colaboraciones con Carlos.Después fue el guionista con el que más he trabajado.

Usted que ha trabajado con los mejores guionistas como Wood, Trillo, Saccomanno ¿tiene alguna preferencia por alguno de ellos?

No. Preferencia, la verdad que no. Yo trabajo exactamente igual con cualquier guionista. Con Trillo hubo, y hay, más continuidad profesional. De esa manera, con él surgió la colocación del material en Europa. Se ha transformado en una certeza y en una continuidad de trabajo que hace que todo se de fluidamente.

Con él realiza Cosecha Verde uno de sus trabajos más aplaudidos 

A mí también me gusta. Disfruté mucho al hacerlo, fueron más de 120 páginas y tenía ganas de hacer algo de largo aliento, tipo folletín, y de publicación en episodios. Tenía la intención hacerle sentir al lector la secuencia y los tiempos del “continuará” (aunque finalmente no se haya publicado de esa manera). Eso fue uno de los motivos que más me entusiasmó. Junto con todo lo demás: la historia en sí, la ambientación. Y otra historieta que me gusta tanto, o más, es El Iguana, el “desprendimiento” del personaje deCosecha Verde.

¿Tiene algún método de trabajo?

No tengo un método de trabajo, soy desordenado. En general trabajo del modo clásico: lápiz primero y luego pasado a tinta. No trabajo con ayudantes, tuve algunos por dos o tres años pero para el trabajo pesado, cortar las láminas, preparar el papel, ese tipo de cosas. Incluso en una época hacia historietas de distintas medidas de originales, lo cual me creaba más problemas q el hecho de cambiar de serie. Yo soy muy lento dibujando. Actualmente estoy produciendo unas veinticuatro páginas al mes. Pero en forma completamente irregular. Por ejemplo en una semana hago dos páginas a lápiz y en tres semanas hago todo el resto. O a veces hago todo en quince días.

¿Y en cuanto a la forma de narrar?

En mis dibujos me gusta utilizar los buenos recursos del cine. Hay gente que por producir un impacto visual pierde la narración Y la narración en la historieta es trascendental. Experimenté con varias formas de narrar. Por ejemplo cuando hicimos con Carlos Trillo la serie“Historias Mudas” para Superhumor, donde no había cuadros explicativos ni “globitos” de diálogo. También probé narrar dividiendo la página en cuadros iguales en Savarese, en El Condenado y también enSpaghettti Bros.

Hablemos un poco de Spaghettti Bros.

Nace para la editorial italiana Eura que publica las revistas Lancio Story y Skorpio. El nombre original era Los Fratelli Centobucchi, pero en Italia le cambiaron el nombre por Spaghettti Bros. Parece que para ellos la palabra Centobucchi tiene ciertas reminiscencias distintas de las que pensamos nosotros. Por “buco” que en italiano significa “agujero” y “cento” “ciento”. Para ellos tiene un significado que no es muy elegante y prefieren obviar (risas). Spaghettti Bros es, después de Cosecha Verde, la obra que mejor ha funcionado en Europa, sobre todo en Italia y Francia.Tuvo incluso una secuela, o una versión distinta, en Los Viejos Canallas. Recontamos la misma historia desde los ojos de uno de los descendientes de la familia. Esa fue una buena idea de Carlos y quedó muy bien.

¿Cuales la mayor dificultad que se le presenta al encarar un nuevo trabajo?

Lo que más me cuesta es cuando tengo la hoja en banco al frente, pensar como narrar, como diagramar la pagina; una vez resuelto eso lo demás es más fácil. Cuando realizo personajes por mucho tiempo me cansan, pero, cuando dejo de hacerlos, los extraño. La ventaja de hacerlos por mucho tiempo es el conocimiento que ya poseo de ellos.

¿Qué opina del comic de superhéroes?

Yo me crié con El TonyEl Gorrión y Patoruzito, la moda de los superhéroes cambió el mercado. El Mangapor ejemplo no me gusta para nada. La historieta erótica me aburre. Debo reconocer que no soy un gran consumidor/lector de historietas, no puedo sacar una conclusión sobre el cómic actual porque lo último que leí con entusiasmo de lector fue el Corto Maltés de Pratt,especialmente La Balada del Mar Salado. Mis gustos son más clásicos, me gusta la historieta norteamericana del 50, el Alack Sinner de Muñoz, el Mort Cinder, yEl Eternauta de Breccia, prefiero ese tipo de material.

¿Qué otros dibujantes le gustan o influenciaron en su trabajo?

Los que más me gustan son todos tipos de mi generación. Aparte de Muñoz y (EnriqueBrecciaOswald, un dibujante que no tiene el reconocimiento que se merece. Me parece extraordinario como narrador, como historietista. Después internacionalmente Alex Toth es el que más me entusiasmó. También desde el punto de vista narrativo. El relato, la forma en que Toth compone el cuadro, es la que tomé yo. La página dividida al medio, una base de tres o cuatro tiras generando secuencias que acentúen el parentesco, que yo le veo a la historieta, con el cine. Eso lo hacia Toth, yo lo vi por primera vez en él. Lo tomé, y aún hoy lo sigo manteniendo, con algunas variaciones.

Ya que hablamos de gustos ¿Cuál es el género en el que se siente más cómodo al dibujar?

El policial sin duda. Si es posible en Nueva York en los años 30, es donde me siento más cómodo. Creo que el hacer Savarese tantos años –es el trabajo más largo que hice– marcó mi estilo. Marcó mi manera de contar.

jueves, 8 de diciembre de 2011

“Marcel Clouzot, el Condenado” de Guillermo Saccomanno y Domingo Mandrafina


Con el título de “Marcel Clouzot, el Condenado” la editorial Historietas Argentinas de Javier Doeyo publica en álbum un relato autoconclusivo de la extensa serie “El Condenado”, el capítulo: “Los Hombres de Carol”, en un libro de 128 páginas, con un prologo deClaudio Díaz.

Con guión de Guillermo Saccomanno y dibujos deDomingo "Cacho" Mandrafina, “El Condenado” se publicó originalmente en Skorpio de Ediciones Recordentre 1978 y 1985, posteriormente continuó realizándose para Francia. En el inicio de la segunda etapa de Fierrose recuperaron parcialmente algunos capítulos inéditos en español de la saga. “El Condenado” marcó junto a“Savarese”, el inicio de la brillante consagración como dibujante de "Cacho" Mandrafina, hoy con cuarenta años cumplidos de profesión.


El novelista Guillermo Saccomanno surgió en los setentas como uno de los guionistas de cómic argentinos más prometedores de su generación, gran amigo deCarlos Trillo y además compañeros en la reflexión crítica sobre historietas y en la aventura editorial de la revista “Puertitas”. “El Condenado” es su obra más ambiciosa y mejor lograda, un autentico clásico de la historieta contemporánea con toda la humana atmosfera de la más sórdida novela negra y un merecido rescate editor para el talento de Guillermo Saccomanno, hoy volcado a la literatura.

El lector de historietas: “Marcel Clouzot, el Condenado” de Guillermo Saccomanno y Domingo Mandrafina